Setas ostra, el dilema moral vegano


¿Puede un vegano comer un hongo que caza y devora a otros animales?

Las habrás visto en el supermercado y posiblemente te hayas hecho una tortilla con ellas y un poco de ajo y cayena. Vistas así, plastificadas, secas y muertas puede que no se aprecie su complejidad maravillosa.

Resulta que las setas ostra son un depredador de nematodos, unos gusanos de tierra con sistema digestivo, excretor, nervioso y probablemente su propia ración de sueños y deseos. Parece que las setas ostra obtienen así un nitrógeno suplementario al que no podrían acceder de otra forma en entornos pobres en nutrientes como las cortezas de los árboles en las que crecen.

Para atraer el gusano el hongo expele unas gotas venenosas pero que a la presa le huelen a cena. Cuando el gusano se acerca y entra en contacto con estas gotas, queda paralizado en cuestión de minutos, desarrollando una hipercalcificación en cabeza y faringe que lo inmoviliza, y disparándose una rápida necrosis de los músculos y el sistema nervioso, que dejan al nematodo listo para ser degustado. Para ello el hongo extiende sus filamentos a través del cuerpo del gusano y absorbe sus jugos ¡Mmmmmmmm!



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